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CASARIEGO

También Casariego, aparte de sus habituales reseñas en El Faro sobre arreglos de caminos y fuentes, daba cuenta de ecos de sociedad. Así en mayo de 1957, informaba de la llegada a Viacoba, procedente de La Habana, de Antonio Pérez Martínez, acompañado de su cuñada, Balbina Fernández natural de Casariego. También de la salida, rumbo a La Habana,  de Concepción Fraga, tras pasar una temporada en San Esteban, junto a su tía Rafaela Méndez.

El lunes día 10  de junio de 1957 se celebraba la tradicional romería en  la capilla de Nuestra Señora de la Encontrela. Los festejos eran patrocinados por los jóvenes Angel Fernández, Antonio Fernández y Antonio Pérez Cascudo, quienes cumpliendo su servicio militar en el buque escuela de nuestra Armada, imploraron su protección en los diversos cruceros por los bravos mares norteños, así como en las tormentas de los mares del  Caribe, demostrando así  público reconocimiento a nuestra Santina por el feliz regreso a sus hogares con la satisfacción del deber cumplido.

A finales de 1957 parece planteaba disparidad de opiniones el trazado de la carretera de Casariego, a juzgar por una larga crónica de J.Ordoñez, en El Faro de Tapia.  Como quiera que trata de lugares conocidos de esa zona, traemos aquí algunos párrafos: Todo esto nos viene a la memoria al enterarnos del trazado de la carretera de Casariego que, aunque modificado en parte, atraviesa empero, todo a lo largo del pueblo, la senda denominada Cortiñas, única tierra de mediana calidad que no sólo perderán esa área de cultivo, sino que partiría casi todas las fincas. Algunas quedarían tan pequeñas que sería ridículo pensar en una rentabilidad económica. No dudamos de la necesidad de tal camino, pero si pretendemos que no sea gravoso para estos vecinos tan faltos de buena tierra. Por eso sugerimos algunas soluciones: Una de ellas, que conformes con el arranque en la Ventanota, sobre el camino actual, siguiendo por el frente a la fuente de La Virgen, cruzaría el río en el paraje más a propósito, si es que no se aprovecha el puente actual, por formar un peligroso zig-zag, siguiendo sobre el llamado callejón de las Lañadas hasta el final del pueblo en que se uniría al trazado actual. Otro trazado pudiera ser el que arrancando de la general, entre el puente del Anguileiro y el Perigote, tomase por La Retela, Viacoba, divisoria de las sendas de Viacoba y El Palomar, que por ser ésta de un solo dueño, es de presumir que será  respetada en su forma por la concentración parcelaria, siguiendo sobre los actuales senderos y caminos servideros al pueblo de Ol y de aquí, también,  sobre los actuales caminos carreteros, pasando por el depósito regulador de agua de La Lagúa, al pueblo de  Brul, hasta enlazar con la carretera de Tol a La Roda….

Daba cuenta, por esas fechas, el citado cronista del sentido fallecimiento de Rosa Álvarez Loza, que había sido durante muchos años y hasta su jubilación  Maestra nacional de Tol, siendo descendiente de los primeros colonizadores  de Casariego, por lo que estaba emparentada con muchos de sus vecinos.

En la primavera de 1958 se señalaba la visita a la localidad de Presentación Cancio Reguero, de Oviedo y Maruja Álvarez-Cascos, de Tineo.


SERANTES

En 1956 comenzaba a funcionar  el Asilo de Ancianos de San Fernando y San Román. Estaba situado en Villamil, antigua casa de Jarén y era regida por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

Era noticia, igualmente, las grandes cantidades de patata importada del Norte de Castilla y que era considerada como una de las mejores de cara a una abundante producción de este tubérculo.

Las fiestas de Nuestra Señora del Rosario se celebraban en esos años con esplendor. Sin embargo, en octubre de 1957, debieron de fallar ya que el cronista de El Faro dice al respecto: este año, en contra de lo que se venía haciendo desde tiempo inmemorial, el sábado no hubo verbena, tan solo una buena colección de cohetes gordos a las doce y al final de la novena. Así lo decidió la comisión considerando que la gente estaría cansada a causa del exceso de trabajo que origina el hacer el acopio de comida para el ganado y para el banquete que, al día siguiente, se celebró en todas las casas con numerosos convidados.

También Serantes recibía, en los meses de verano, la visita de algunos oriundos del lugar, emigrantes en América, que solían de tarde en tarde venir a ver a sus parientes y disfrutar de sus recuerdos al recorrer los rincones del terruño que les vio nacer. Era el caso de Everardo López López y esposa Camila Pidre, quienes regresaban a Montevideo.  Antes de su marcha a Uruguay, organizaron un baile de despedida en el Salón Martínez de la localidad, al que asistieron muchos amigos astur- americanos de Ribadeo, Figueras, Castropol, Vegadeo y Tapia. Estaban presentes, igualmente, las sobrinas de los señores López-Pidre, Lolita y Marina.

No solamente se informaba en la prensa de Tapia de los emigrantes. También las llegadas y salidas de otros visitantes a Serantes, era objeto de noticias de sociedad. Era el caso, por ejemplo, de la llegada a pasar las Navidades en la localidad de los seminaristas Justo Fernández Martínez, César López García y Benito Amor Fernández procedentes de Oviedo o de aquellos otros que cumplían el servicio militar en diversos lugares de la península, como Alberto García Cano, de Melilla; Francisco Martínez, de Oviedo; Ismael López Labandera, de Huesca; Antonio López Castañeira, de Zaragoza. En el verano de 1958, visitaba Serantes el General de Sanidad,  Antonio López Cotarelo, natural de Vegadeo.


En la primavera de 1958 se terminaban las obras de reparación del templo parroquial, efectuadas gracias al entusiasmo y empuje del párroco don Pío Sánchez y a la colaboración de los feligreses. Esas obras consistieron  en la colocación del piso de azulejos y la pintura interior y exterior de la iglesia, mientras se esperaba la llegada de unos nuevos bancos de castaño. Al mismo tiempo, un año más, tenían lugar los ejercicios espirituales con motivo del cumplimiento pascual, predicados por un Padre Carmelita de la residencia de Oviedo.

En lo deportivo, el equipo de Serantes, el Huracán FC,  alcanzaba éxitos. Así barría del campo al Astur Vegadense, de Vegadeo, con un contundente 7 a 2, destacando un chaval llamado Arias que marcó cuatro goles. Por esas fechas, se celebraban las fiestas de San Lorenzo que, tras un buen comienzo, vieron como se desataba una fuerte tormenta y aguacero que ponía en desbandada a todos los asistentes.  Sin embargo, el cronista de turno, no estaba muy satisfecho de las celebraciones locales de las fiestas. Escribía que a propósito de fiestas diré de paso que, en lo referente a la parte profana, todo se centró en la de San Lorenzo, pues el Festón pasó desapercibido y, a juzgar por los síntomas, con el Rosario pasará lo mismo. Todo viene a quedar reducido a los populares bailes en el Salón Martínez.

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